El Yoga Prenatal que enseño…
Hace unas semanas, vino a mi clase de Yoga Prenatal una chica que estaba embarazada de 39 semanas, bailarina, profe de yoga y, ella también, con una formación en Yoga Prenatal. Al final de la clase, me dijo que le había parecido raro no hacer ninguna postura tradicional de hatha yoga, raro que bailáramos tanto y que la clase fuera más una exploración en movimiento que la secuencia más estándar de las clases de yoga.
… Raro no significa malo: simplemente diferente. Y me dijo: “Deberías contarlo, porque es muy bonito y muy diferente a todo lo que veo a mi alrededor”.
Pues, aquí estoy. ¡Empecemos!
Juliette Campbell-Allard y Gurmukh
El estilo de Yoga Prenatal que enseño ha llegado a España gracias a Juliette Campbell-Allard, óptima profe de Yoga Prenatal y Postparto (y también la primera que trajo el Yoga Jivamukti a Barcelona cuando la mitad de nosotros ni sabían qué era este estilo de práctica… pero esta es otra historia…)
Juliette estudió Yoga Prenatal con Gurmukh, profesora de kundalini yoga y alumna de Yogi Bhajan: un alma juguetona que parece llegada de otra dimensión y, sobre todo, pionera del movimiento para la etapa pre y post natal. En 1995 fundó Khalsa Way: un método especializado en el movimento para la etapa prenatal que inventó cuando a duras penas existían lugares dedicados a las mujeres embarazadas.
La práctica prepara a estar disponibles para lo que va a pasar y lo que no irá según nuestros planes, a estar abiertas, relajadas en un mundo que va demasiado de prisa.
Viniendo del kundalini yoga, está claro que la forma de moverse tiene bastante poco que ver con las adaptaciones de una clase normal de hatha yoga para embarazadas que han puesto de moda las profes/influencers embarazadas que se han ido grabando y fotografiando en sus rutinas de posiciones invertidas, puentes y contorsiones que son preciosas… pero poco útiles a los fines de la maternidad y del parto. Básicamente, ¡no se trata de competir por quién hace la posición más rara con un barrigote de nueve meses delante!
¡Soy fuerte, soy poderosa!
El las clases de Yoga Prenatal que enseño, el cuerpo de la mujer embarazada sí se fortalece, la mamá llega aún más elástica al parto, pero se respeta la feminidad de la mujer: la práctica prepara a estar disponibles para lo que va a pasar y lo que no irá según nuestros planes, a estar abiertas, relajadas en un mundo que va demasiado de prisa.
Es amable y poderosa al mismo tiempo: preguntadles a las chicas que han hecho las meditaciones en movimiento al final de las clases si no les han sido útiles en las noches de pecho y brazos de los primeros años de maternidad.
Bailamos, sudamos, nos expandemos, hacemos la paz con nuestro cuerpo, conectamos con el bebé. El movimiento es un medio para alcanzar una mayor tranquilidad y confianza en el instinto de una misma.
Espero que este post haya aclarado un poquito lo que hacemos en clase. Si lo quieres probar, solo hace falta escribirme.
Entre mientras, espero que sigas confiando en tu intuición para cuidarte. Sat nam
Foto: khalsaway.com
Posts relacionados
Una cita con una misma
Una cita con una misma, una vez por semana. Cojo esta rutina del libro “The Artist’s Way for Parents”, de Julia Cameron, un libro que os aconsejo si estáis buscando inspiración para aumentar vuestra creatividad y encontrar nuevas maneras para fortalecer aún más la vinculación emocional con vuestros pequeños, sin tener que sacrificar vuestra identidad […]
Una voz que cuenta una historia, muchos corazones que laten al unísono (un estudio lo demuestra)
Un nuevo estudio ha probado que los corazones de varias personas pueden latir al unísono cuando se concentran en una misma historia que se está contando. Lo más sorprendente de todo es que no tienen que estar en la misma habitación para que se produzca este efecto, de hecho, pueden estar a kilómetros de distancia.
Crema de calabaza, zanahorias y calabacines
Enraizarnos, ganar fuerza y paz interior: no pasa solo por el movimiento sino también a través de nuestra manera de alimentarnos.